lunes, 4 de julio de 2016

De donde venimos. Parte IV (textos de 2015)

Niño alemán

[Veo en el metro a un niño alemán, con las hojas de los libros del colegio despuntadas, con cara de sueño y pelo rubio cortado a tazón. Las zapatillas azules y naranjas están semi-destrozadas]

Los alemanes, de niños, también juegan
Las alemanas también acarician a sus niños malos
Los alemanes, de niños, también se aburren de sus deberes
Los alemanes, de niños, pueden pasar por españoles

Hasta que los adiestran


Predicadoras

Oigo una voz que habla de Dios, muerte y verdad. Giro la cabeza. Una mujer cubana habla con unos papeles en la mano derecha y una Biblia en la izquierda. “¡La única verdad del planeta Tierra es que nos vamos a morir!” Para no terminar en el infierno  hay que hacerse amigo de Dios. La mujer parece realmente preocupada por el alma de los que vamos dormitando a primera hora de la mañana en el transporte público. Mejor sería que se preocupara por nuestro descanso y bajara la voz.

Valle-Inclán . Luces de Bohemia


Los espejos de la Calle Gato
se encuentran ahora
implantados
en mis pupilas
Todo lo que veo, vivo y huelo es
esperpento


Decisiones


Un día decidí que no quería ser
          como mi abuela rencorosa
decidí que no quería llegar a vieja
   repitiendo siempre la misma historia
con odio
te quiero decir que te perdono: las mentiras
las drogas el daño… todo
Y que he decidido que mejor  olvido
tu
nombre
y que alguna vez exististe
porque no quiero ser como mi abuela rencorosa
ni contar nunca más
tu
historia

Fragmentos de 2013



Puto espejo, sin piedad vomita lo que ve; sin preocuparse de gustar, sin tratar de ser políticamente correcto.

***

Nunca regalé flores sin espinas. Para no engañar. Perforamos la piel ajena como eficaces cerbatanas indígenas. Cada palabra un dardo.




De donde venimos Parte III (textos 2014)

Su nombre


Todo, absolutamente todo lleva su nombre.
A pesar del tiempo.
A pesar de ti.
Tatuada en mi alma, en mi cuerpo, en mi memoria.
Tatuada como nunca fue y siempre será.
Perfecta.
No comparable a ninguna otra.
Salvaje, profunda.
Todo lo demás parece demasiado convencional, demasiado sutil, demasiado flojo.
Nadie es suficientemente ella para cubrir su hueco en mis entrañas.
A pesar de mí.

Mickey y MInnie


La voz de aquel Mickey era demasiado grave para ser verdadera. La navaja que empuñaba Minnie demasiado afilada para ser de juguete. Los insultos que se cruzaban demasiado crudos para horario infantil. Y la plaza. La plaza llena de turistas que miraban con incredulidad el espectáculo. El centro de la ciudad era ahora un grotesco circo. La luz azul de un forgón de policía participó en el último número… Las cabezas de Mickey y Minnie rodaban por el suelo. Las cabezas humanas que quedaron a la vista tenían los ojos inyectados en sangre. Los muñecos decapitados fueron esposados y empujados al furgón.

Fin del espectáculo.

Poco a poco la plaza volvió a la normalidad.

Ya no juego


¿Por qué todavía te apareces en mis sueños y me seduces? (that’s not fair)

Tienes otras con las que jugar (let me go)

Yo ya no juego (I’m a big girl now)


domingo, 3 de julio de 2016

De donde venimos Parte II (textos de 2013)

Ciclistas, ciudad y máscaras de gas




Los ciclistas pedalean con máscaras antigás fabricadas durante la Gran Guerra...

Jodida ciudad de aire gris.

Jodido ciclista, dame tu máscara, mis pulmones están negros.

Jodido mundo desarrollado, no necesitas esconder armas químicas, ni gas sarín, ni gas mostaza: 
el CO2, los NOx, el machismo, y la homofobia también son armas de destrucción masiva.

Los ciudadanos son obedientes soldados... 

Puta guerra camuflada




Carne de objetivo


Mientras como sentada en una fuente de La Castellana, me convierto en carne de objetivo, hambrientas cámaras de turistas insaciables me miran desde las barandillas de los autobuses de dos pisos y color rojo que recorren las congestionadas calles de Madrid. El humo de los coches me protege, en parte, de los indiscretos detectores de sonrisas de las modernas cámaras digitales, al tiempo que araña mis pulmones. Aunque bien pensado, yo no sonrío.


El jardín

Compartimos nuestros jardines. Nos perseguíamos en nuestros juegos pisoteando el césped. Éramos lenguas de fuego lamiendo la hierba en las noches de verano.

Yo cortaba las flores más bonitas

Para ti

Seguimos correteando
Sin descanso

Seguimos rodando

Salvajes 
Siempre

Hasta que una inesperada tormenta nos despertó: 

El jardín estaba destrozado

Nos abrazamos hasta que amainó,la lluvia y corté la última flor

Para ti
Siempre


Cristales



Fuimos dos cristales transparentes, preciosos, frágiles.

Desafiamos las leyes físicas y nos imantamos.

Nos atrajimos con tanta fuerza que cuando, por fin, decidimos cortar los hilos que nos ataban…
                      ¡CRACK!

Chocamos.

Fuimos pedazos de cristales derramados, ensangrentados, mezclados

Nunca más dos

Nunca más transparentes

Nunca más preciosos


Nunca más frágiles

De donde venimos I (textos de 2012)

Lluvia


La lluvia nos muestra la cara más sucia de la ciudad. Las ratas corren buscando un lugar donde guarecerse, mientras los zombies con sus jeringuillas se amontonan en los soportales, y mean en las esquinas. El agua forma riachuelos en los bordes de las aceras y arrastra sangre, botellas de alcohol y papelinas. Se estanca en los pasos de cebra. Forma pequeños lagos de podredumbre, espejos de la ciudad. Putrefacción y odio. Miseria. Algunos perros pasean a sus dueños, pocos. Todo lo demás es soledad y pena. Dolor respirable, final temprano y triste. Por las cloacas se cuelan las últimas posibilidades de que algo cambie, aunque sea ligeramente, a mejor. Es el otoño. Quizás el último otoño, porque huele a abismo abierto, insalvable. Y yo, y todos, seguimos sin alas para alzar el vuelo.


Adicta a las mentiras


Bebo el perfume que olvidaste en la mesilla
Mastico los recuerdos que compartimos
Inhalo tu olor, en las sábanas atrapado
Esnifo los restos de tu piel arrancada por mis uñas, ayer
Me pincho las espinas de las flores que (nunca) me regalaste

Me he convertido en una triste toxicómana, adicta a las mentiras prefabricadas que escaparon de tus labios.

La fiesta ha terminado y la cabina del disk jokey está vacía, pero yo todavía escucho la música estridente mezclada con tus "te quiero", en una única pista infinita.

La plaza



Cada mañana subo a la plaza. Junto con el vaho de los orines, repartidos de manera irregular por todas las esquinas, respiro decadencia. El suave aroma que desprenden las flores de los puestos apenas atenúa el olor a yonko muerto. El contraste de los colores de los pétalos con el gris cemento me engaña. También las flores están muertasempaquetadas en ramos para regalar. Así demostramos nuestro amor a las amantes secretas y pedimos perdón a las demás. Un grupo de zombies pelean en la esquina. La muerte vive en esta plaza. El movimiento artificial del agua en las fuentes pretende ocultar el estatismo que reina en los lugares donde ya no queda vida. Es este un cementerio más en la ciudad.


Soledad


Olisqueo las esquinas buscando tu rastro. Como un perro, aúllo en soledad. Soledad palpable, tanto que la mastico como a un chicle de fresa al que se le ha ido ya el sabor. Mi mandíbula dolorida tiembla de rabia por haberte perdido y sangran mis oídos al escuchar tanto silencio roto por mis llantos. Ven si quieres descubrir el color de la pena. Ven si quieres ver cómo viven los tigres en el circo. La tempestad me lee la mente y llueve miseria por donde paso. Antes tú eras mi limpiaparabrisas y mi techo. Ahora ando descalza y se clavan las risas en mis pies sucios. Me inyecto tus recuerdos, pero ya no anestesian. Esta jeringuilla infectada de olvido no me sirve para nada. Ni tan siquiera para amenazar a la calma y conseguir que se quede conmigo; aunque sea un instante, sólo el tiempo necesario para que el fracaso suspendido en el aire se deposite en el suelo y deje de atascar mis pulmones.

sábado, 2 de julio de 2016

Fragmentos de 2012




Como a un virus, incubo una enfermiza necesidad de ser amada

***

Recuerdo la sangre que me debes

*** 

Las malas hierbas han acabado con el alimento de la tierra. 
Ya no crecerán margaritas blancas que digan “sí” cuando las deshojes preguntando si te quiero.

***

Miro al espejo y veo mi cuerpo lleno de marcas que gritan nombres propios.
Las viejas heridas empiezan a latir, el pasado a doler, el presente a chillar.

***

Valgo más que la sangre que he hecho verter a tu perra con mi mordisco. Valgo más que tu novela barata traducida al inglés. Valgo más que dos gramos en una noche y mucho más que las mentiras que he encontrado sembradas en el camino.


***

Demuéstrame que para ti no fue sólo un juego: déjame ver tus cicatrices.

***


viernes, 1 de julio de 2016

Fragmentos de 2011







Ansiolíticos o cocaína, experimento distintos estados de (in)consciencia y descubro una nueva forma de auto-tortura: pensarte.

***

Mi Suerte se ha ido a jugar a los dados con la Muerte y la puta siempre gana.

***

Te confesaré algo: yo no creo en tu delirio, creo en su ceguera.


***