miércoles, 2 de noviembre de 2016

Estaciones

Fuiste mi otoño,
me desnudaste
a remolinos de amor
y a vendavales
Jirones de mí cubrían el suelo.
Me soplaste los colores y
sin más piel que arrancar
me abandonaste en un invierno
azul-helado.
Me abandonaste a mí,
que sólo quise ser tu primavera,
llo-
ver-
te
a ratos
y verte florecer.

Llegué tarde,
vivías tu último verano,
-olías a tormenta-,
las flores ya frutos,
el alma hueso.

Jugabas con ventaja:
conocías todas las estaciones y yo
yo aún no sabía para qué servían mis espinas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario